El desafío de los transportes contaminantes

El constante crecimiento y desarrollo de las sociedades modernas conlleva actividades que tienen un fuerte impacto sobre el medio ambiente. Por su parte, el sector transporte es considerado uno de los mayores contaminantes del aire en países desarrollados como Estados Unidos (Fuente: Union of Concerned Scientists, 2017) debido al consumo de combustible y emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Estos gases de efecto invernadero, son los principales responsables de generar el calentamiento global y cambio climático.

En este contexto, las empresas de transporte tienen un gran desafío para abordar el tema y reducir su impacto contaminante. El primer paso es reconocer cuales son las principales áreas en que se generan impactos ambientales y sociales, para descubrir qué tipo de herramientas podrían mitigar esos impactos.

A continuación se describen y analizan las principales áreas en las que el transporte puede ser un impacto negativo para su entorno y sus posibles soluciones.

Eficiencia en el uso de combustible

Las empresas de transporte contaminan el aire perjudicando la salud de las personas e inciden directamente en el calentamiento global producto de la quema de combustibles fósiles y emisión de GEI, como el dióxido de carbono CO₂. 

Por tanto, lo primero que debe hacer una empresa de transporte para reducir su contaminación atmosférica es medir y mejorar la eficiencia en el uso de combustibles. La consecuencia directa de esto será una reducción de las emisiones de GEI y la huella de carbono de la empresa, lo que a su vez, es una contribución directa a la comunidad reduciendo el impacto en la calidad del aire.

Monitoreo de desperfectos mecánicos

La eficiencia energética no solo implica el consumo de combustible, sino que se da en múltiples niveles. Por ejemplo, también es posible monitorear el cuidado de los vehículos para reducir la necesidad de mantenimiento o reparaciones constantes. Las maquinarias y equipos que se usan en los talleres de reparación también usan energía. Por tanto, cualquier tipo de ajuste o monitoreo que se lleve a cabo para mejorar el cuidado de vehículos es, en consecuencia, un aporte a la eficiencia energética de toda la cadena.

Prolongación de la vida útil

Cuando un vehículo es conducido con malas prácticas, tiene desperfectos mecánicos o ineficiencias en rendimiento, se genera un deterioro constante del motor. Esto, a mediano o largo plazo, reduce la vida útil de los vehículos generando un impacto ambiental al ser un uso ineficiente de los recursos. El simple hecho de descartar una maquinaria para comprar una nueva, ya es un gasto energético y contaminación ambiental considerable. Por eso, es necesario implementar sistemas de monitoreo para prolongar la vida útil de los vehículos.

Prevención de accidentes

Cuando un vehículo es conducido con malas prácticas, no solo se genera un deterioro constante del motor, sino que el conductor se ve expuesto a posibles accidentes por fallas mecánicas o irresponsabilidad humana. Este es un problema grave si consideramos la estadística entregada por el Observatorio Logístico de Chile, la cual muestra que solo en 2019, hubo 29,3 accidentes en los cuales estuvo involucrado un camión cada 1000 vehículos.

Fuente: Tasa de accidentabilidad del transporte de carga por camión. Observatorio Logístico.

Frente a este dilema, los sistemas de asistencia y monitoreo para mejorar la seguridad en la conducción son esenciales para contribuir a la sociedad y a la empresa misma.

La tecnología para reducir la contaminación del transporte

En la actualidad, los avances tecnológicos para los medios de transporte no han estado ajenos a este gran tema. Se han creado innovadores sistemas de Telemetría y Asistencia en la Conducción que son capaces de medir y monitorear en tiempo real diversos indicadores de la conducción y el funcionamiento de un vehículo. Esto implica que es posible optimizar el uso de recursos, maximizar la eficiencia energética, prolongar la vida útil, evitar riesgos en las vidas humanas y reducir la emisión de gases como el CO2 al mismo tiempo que se mejora el rendimiento y la rentabilidad de la empresa.